Quienes padecen esta enfermedad de nombre tan rimbombante, sufren molestias o dolor en la parte superior del abdomen, en la zona del estómago. Es una enfermedad, por lo general, de carácter crónico; no existen tratamientos eficaces para todos los casos, ni responde a una gravedad excesiva.
Simplemente, los enfermos de dispepsia funcional son capaces de percibir los movimientos del estómago y sus contracciones con una mayor sensibilidad que el resto de personas. No existe en este caso ningún tipo de enfermedad anexa, que intente manifestarse con estos síntomas: ni úlceras, ni lesiones preocupantes en el tubo digestivo.
Para evitar en un primer momento que la dispepsia haga acto de presencia en su vida, atienda estas recomendaciones generales:
- Siga una dieta sana: procure introducir aportaciones de fibra abundantes (los cereales, las legumbres, los alimentos integrales y los frutos secos pueden ayudar) en las comidas
- Coma despacio y masticando bien para evitar que el estómago tenga digestiones pesadas. También es importante respetar los horarios en las comidas y comer fuera de casa lo menos posible
- No se estrese, y tampoco sea esclavo de una vida sedentaria
- Olvídese del tabaco y el alcohol
Una vez sea consciente de que padece este tipo de molestias:
- Fíjese bien en lo que come. Es importante observar las reacciones de su estómago en cada digestión; de esta forma podrá identificar con claridad cuáles son los alimentos que le producen molestias
- Elimine solamente los alimentos que no digiera bien o que le den demasiado trabajo a su estómago. Resultan más aconsejables las comidas más frecuentes y menos copiosas, que pocas comidas y muy abundantes
- De nuevo coma despacio y mastique bien los alimentos para ayudar en la digestión a su estómago
- En cuanto a los medicamentos más adecuados para el dolor estomacal, siga atentamente las recomendaciones de su médico. Debe tener especial cuidado con los antiinflamatorios no esteroideos y el ácido acetil salicílico;