La dieta mediterránea tiene un importante efecto protector frente el cáncer gástrico.
Se demuestra por primera vez que la dieta mediterránea protege contra el cáncer de estómago
Tostada de pan con aceite de oliva
(SINC. Servicio de Información y noticias Científicas.) El estudio ha incluido 485.044 personas de entre 35 y 70 años procedentes de diez países europeos. Se hizo un seguimiento de los participantes durante cerca de nueve años y se recogieron datos sobre su dieta y estilos de vida.
Todos recibieron una puntuación del 0 al 18 según su adherencia a la dieta mediterránea: elevado consumo de fruta, verduras, cereales, legumbres, frutos secos, pescado y aceite de oliva, moderado consumo de alcohol y bajo consumo de lácteos y carne.
Después de nueve años de seguimiento, 449 personas desarrollaron cáncer gástrico. Según el estudio, los individuos con una mejor puntuación, es decir, con mayor adherencia a la dieta mediterránea, tenían un 33% menos de posibilidades de desarrollar este tipo de tumores que aquéllos con peor puntuación. El trabajo también concluye que cada punto de más, lo que implica unos cambios mínimos en la dieta, confiere un 5% más de protección.
La dieta y el cáncer
La dieta mediterránea ha demostrado ser beneficiosa para prevenir varias enfermedades, especialmente las cardiovasculares. Estudios previos habían analizado el efecto de productos concretos (fruta, verdura, vitamina C) sobre el cáncer gástrico, que habían mostrado un sutil efecto protector.
Éste es el primer estudio que muestra el importante efecto beneficioso de la dieta mediterránea en su conjunto para prevenir dicho tumor. Según los autores del estudio que ahora publica ‘American Journal of Clinical Nutrition’, “la influencia de cada alimento puede ser débil, pero el efecto simultáneo del conjunto de componentes de la dieta mediterránea confiere una importante protección frente el cáncer de estomago”. Así pues, el efecto beneficioso no se debe a un producto concreto, sino al conjunto de la dieta.