La Mononucleosis Infecciosa (MI), denominada popularmente como la “enfermedad del beso o de los enamorados” o conocida también como mononucleosis "mono" o fiebre ganglionar, es una enfermedad aguda reconocida mundialmente desde hace más de 100 años, causada en el 90% de los casos por el virus de Epstein-Barr (VEB), perteneciente a la familia de los herpesvirus, que ataca a niños y adultos jóvenes, afectando especialmente los tejidos ganglionares.
Pareja de novios besándose
Su nombre popular tan peculiar se debe a que su principal vía de transmisión es la saliva (contacto íntimo entre una persona susceptible y portadores asintomáticos). El Virus Epstein-Barr VEB coloniza primero las células de la orofaringe y posteriormente provoca un síndrome general al diseminarse por todo el organismo, un comportamiento similar en la mayoría de los virus que atacan las vías respiratorias como el que produce la gripe común. El virus puede permanecer latente en la orofaringe durante 18 meses, por lo que es difícil determinar la fuente específica de contagio de un paciente.
En 1920 fue creado el término de Mononucleosis Infecciosa, al ser identificado un síndrome caracterizado por fiebre, fatiga, agrandamiento de los ganglios linfáticos y linfocitosis en 6 pacientes. Pero solo hasta 1968 el científico Henle demostró que el VEB era el agente productor de los Síndromes Mononucleosidos (SMN).
Hasta un 95% de los adultos presentan anticuerpos contra el VEB. Pero la MI aparece con más frecuencia en adultos jóvenes, de clase media alta y en países desarrollados. Esta distribución se debe a que es más frecuente en poblaciones en los que la primera exposición al virus, se produce en la segunda década de la vida. Lo cual es más frecuente en grupos de población con más desarrollo económico, ya que las personas más desfavorecidas se infectan en etapas tempranas de la vida al estar más expuestas.
Cuando una persona llega a la edad adulta, ya ha estado expuesta al VEB. Cuando los niños se infectan con el virus, generalmente no experimentan ningún síntoma evidente. Sin embargo, los adolescentes y los adultos jóvenes no infectados que tienen contacto con el virus por primera vez, pueden desarrollar mononucleosis infecciosa aproximadamente en el 50 por ciento de las exposiciones.